sábado, 17 de abril de 2010


Si no entré en tu esquema fue porque entendiste mal. Si esperas una explicación, ¡te volviste a equivocar! Hablas y hablas sin hacer más, mirate y volveme a mirar. ¿Dónde estabas cuándo esto empezaba? Porque al final solo quedamos los que construimos sin hablar creando nuestra propia opción. Y, al tratar de derribarnos, tan solo reafirmas el camino a transitar.
 Recitás sobre autogestión sin saber de lo que hablas y esperas la revolución que te cuesta imaginar. Me encanta cuando me apuntás citando a Bakunin o a Marx. Escuchate y acordate. Porque al final solo quedamos los que construimos sin hablar creando nuestra propia opción. Y, al tratar de derribarnos, tan solo reafirmas el camino a transitar.
¿No ves que ahogaste tus palabras? ¿O será que te fascina oirte hablar? Olvidaste escucharte, ¿de qué hablas?.
Decime, ¿de qué hablas?

No hay comentarios: